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  • Fernando Bruno

N1 - Presentación


Siempre me llamó la atención la fotografía, desde muy chico, creo que lo siento como un truco de magia, una ilusión. No es nada nuevo lo que voy a decir, pero poder atrapar la luz y guardarla en un carrete que te metés en el bolsillo, congelar en el tiempo, un pedacito de mundo que desaparece inmediatamente después de tomar la foto, pero que a la vez va a quedar guardado en ese negativo para siempre me parece mágico, como una burla a las leyes del tiempo.

La fotografía es en mi vida una hermosa excusa para leer mas, escribir, ir al cine, a museos, escuchar música, salir a pasear por la ciudad, pasar tiempo solo, o conocer gente nueva. Una forma de habitar los espacios y de transcurrir mi tiempo.

Mi primer cámara de fotos me la regaló mi primera novia, Caro, teníamos los dos no más de 15 o 16 años y fue uno de los regalos de cumpleaños más maravillosos que recibí jamás. Era una Pentax compacta y totalmente automática, yo solo tenía que meter el carrete de 135, apuntar y disparar 36 veces. Después llevarlo a la casa de fotos del centro de la ciudad (en ese momento vivía en Santa Rosa-La Pampa-Argentina) y pasarlo a buscar unas horas después donde me entregaban un sobre con las fotos que habían salido, que a veces eran mucho menos de 36, porque salían quemadas u oscuras. Todavía no sabia como usar bien esa maquina por mas sencilla que fuera.

De esa época, y gracias a esa cámara, tengo un registro maravilloso de mi adolescencia, fotos con amigos, con Caro de vacaciones, fotos del barrio y de gente que no volví a ver nunca jamás. Todo eso está en dos álbumes donde además escribíamos con mis amigos dedicatorias y mensajes abajo de las fotos, un auténtico “Caralibro”, un Facebook analógico de finales de los 90’.

Más de grande me enfoque mas en mi carrera de musico, pero nunca deje de sacar fotos en las giras, y conciertos, tampoco dejé de ir a ver muestras, exposiciones y de interrogar cada vez que podía a mis amigo/as fotógrafo/as que eran objeto de curiosidad, consulta y admiración constante: sobre todo Dani Amin y Dagna Faidutti, dos grandes amigas y exquisitas fotógrafas que quiero y admiro y de las que aprendí y sigo aprendiendo mucho.

A veces sacaba con mi teléfono móvil o con cámaras digitales. Tuve una Sony chiquitita y después una réflex de Nikon. Con esa cámara hice en 2016 mi primer viaje pensando exclusivamente en tomar fotos. Viajé solo durante cuarenta y cinco días por España, Italia y Francia, y fue una experiencia increíble que me hizo re conectar muy fuerte otra vez con la fotografía.

Este año 2022 y viviendo en Irlanda, decidí comprarme una cámara analógica de 35mm, y volver al principio, a sacar fotos de carrete como cuando era niño. Me compre una Rollei 35, un clásico Alemán de los años 70, bellisima cámara. Después de unos quince años sin sacar en analógico es hermoso volver a hacerlo, es pensar todo de otra manera, otros desafíos técnicos, otros tiempos, es un mundo absolutamente distinto al digital y totalmente complementarios.


Ademas a los pocos días de comprar mi Rollei, mi amiga Pau decidió regalarme por mi cumpleaños numero 38, una cámara Yashicaflex, un verdadero sueño cumplido, mi primer cámara de formato medio, una belleza total, también japonesa pero de 1954, una tlr totalmente mecánica. La calidad de imagen del formato medio es una delicia. Siento que tengo todavía mucho por aprender y explorar, sospecho que al igual que en la música, siempre hay algo nuevo que descubrir.



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Gracias por llegar hasta acá, y hasta la próxima.

Fer


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